Vivimos en un universo en continuo cambio.
Las esferas giran en elipses, los centros se mueven formando figuras y las figuras vagan por el espacio. Los objetos caen, se atraen o se repelen. Los animales caminan, vuelan, nadan. Los humanos crecemos, maduramos, envejecemos. Y aún siendo el más claro ejemplo de continua transición viviendo en un eterno móvil, somos, de hecho, los mas reacios a cambiar.
Las esferas giran en elipses, los centros se mueven formando figuras y las figuras vagan por el espacio. Los objetos caen, se atraen o se repelen. Los animales caminan, vuelan, nadan. Los humanos crecemos, maduramos, envejecemos. Y aún siendo el más claro ejemplo de continua transición viviendo en un eterno móvil, somos, de hecho, los mas reacios a cambiar.